martes, 10 de enero de 2012

Capicua

Tuve la grandisima suerte de en su dia trabajar, compartir largos momentos y amistarme con Roger Villaroya, una de esas mentes que atrapa desde el primer instante.
Recuerdo que entre cafés y cigarrillos, en un pequeño rinconcito de Lleida me comentó que tenia que irse a una gala al dia siguiente para recibir un galardón. El motivo era este ESPECTACULAR cortometraje. No tiene desperdicio.

3 comentarios:

  1. ¡IM-PRE-SIO-NAN-TE!

    Es impactante el giro de la historia y me ha hecho emocionar, porque yo estoy también a cargo de una de estas niñas y porque he imaginado en esos pasillos a mi amigo el cateto. ;-)

    P.S. Me prestarías el video, Jon?

    ResponderEliminar
  2. Obvio, no es mio, está en internet :) es genial!

    ResponderEliminar
  3. ¿Qué puedo añadir...?Ese es mi día a día.

    Darle las gracias a Roger por tener esa gran visión y hacer que el mundo lo vea.
    Me siento tan y tan cercano...

    Un beso GRANDE!

    ResponderEliminar