Hoy me he levantado con dos cosas en la cabeza,
- la primera es que los lunes del parado no son agobiantes
- la otra es cuanto podemos llegar a cambiar por otra persona.
Cada día soy más consciente de cuantas personas pueden llegar a cambiar por una pareja, por ser guay, por agradar, cambiar de pensamiento radicalmente y no solo lo he visto en una pareja, ya van unas cuantas.
En fin, siempre he intentado ser yo mismo con mis valores y defectos.
Ayer cuando llegué a mi casa me acordé de una parodia de Berto Romero (un humorista catalán) sobre el mismo tema, lo que podemos hacer para tener cosas que compartir y agradar.
Sube el volumen y disfruta de la canción.
PD: ¡Me la tiro!
Yo, personalmente, intento dejarme cambiar por mi pareja, veteli, y no me dá pena reconocerlo, ni por ello dejo de ser menos yo, todo lo contrario, porque... porque veteli es la mejor persona que conozco y su grandeza, bondad y corazón desconocen los límites conocidos por la humanidad.
ResponderEliminarY no exagero.
Él, veteli, potencia lo mejor que hay en mi.
Tan sólo tienes que asomarte al brillo de sus ojos...
Ahora, si la gente se deja influenciar por lo malo y negativo, puuuuueeees, la verdad, que se apañen y quizá algún día se les caiga la venda de los ojos.
^^
obvio, no se trata de bueno o malo, se trata de ir en contra de tus propios pensamientos...
ResponderEliminarNo se, la influencia es buena, la predisposicion a la manipulación creo que no.
Me lo tiro.